En Chile una de cada cinco mujeres tiene algún tipo de discapacidad, casi el doble que el porcentaje de hombres. Sólo el 37,2% de ellas tiene un trabajo remunerado comparado con el 53,1% en el caso de hombres con discapacidad. Las niñas y mujeres con discapacidad tienen de dos a tres veces más probabilidades de ser violentadas “dentro y fuera del hogar, de sufrir abandono o trato negligente, malos tratos o explotación,” comparado con otras niñas y mujeres sin discapacidad (ONU, 2012).
La discriminación de género, añadida a la discapacidad, las margina doblemente y añade barreras que dificultan el ejercicio de sus derechos y responsabilidades como persona, como lo son la plena participación social y la consecución de objetivos de vida que son esenciales.
Hoy conmemoramos el Día Internacional de la Mujer y me gustaría invitarnos a reflexionar acerca de los obstáculos que enfrentan las mujeres con discapacidad intelectual y destacar a quienes, a través del deporte, trabajan por una sociedad en donde el género y la discapacidad no sean motivo de discriminación.
¡Varias son las mujeres remarcables que son fuentes permanentes de inspiración para mí!
Una, es una mujer que en el mundo y los tiempos en los que le tocó vivir consiguió, gracias a su determinación, convicción, y me atrevo a decir, gracias a la frustración que sentía frente a la injusticia de la época, un lugar de liderazgo que mantuvo hasta sus 90 años y que la llevaron a dejar un legado hoy reconocido en el mundo entero y bajo ninguna perspectiva menor al que dejaron sus hermanos.
Hablo de Eunice Kennedy Shriver, fundadora de Special Olympics, hermana del presidente John F. Kennedy quien encontró cómo cambiar la historia del mundo desde otro lugar. Luchó por la inclusión de las personas con discapacidad por medio del deporte. ¿Y por qué el deporte? Porque el deporte le permitió a su hermana Rosemary brillar a pesar de su discapacidad intelectual.
La lucha de Eunice se transformó en un movimiento global que continúa hoy tan vigente como hace 50 años atrás, con un millón y medio de voluntarios que hemos seguido su legado y más de cinco millones de atletas con discapacidad intelectual en 192 países que se han empoderado a través de la práctica deportiva.
Loreta Claiborne, colega mía en la Junta Directiva de Special Olympics International es otra mujer asombrosa que ha tocado y cambiado las vidas de miles de personas que la han conocido. Es una corredora de clase mundial; completó 26 maratones y terminó dos veces entre las 100 mejores mujeres del Maratón de Boston; es además cinturón negro de cuarto grado en kárate y por todo ello fue admitida en el Salón de la Fama de Mujeres en el Deporte en USA. También es una oradora motivacional talentosa; se comunica en cuatro idiomas y habla con fluidez la lengua de señas estadounidense. Loreta es además atleta de Olimpiadas Especiales y tiene discapacidad intelectual.
Hoy, Chile tiene a 16 jóvenes mujeres que con tremenda valentía y esfuerzo han llegado a conformar la delegación que nos representará en los Juegos Mundiales de Special Olympics - Berlín 2023 en junio próximo. Nada las ha detenido para sortear barreras, seguir construyendo sus propios caminos y cumplir sus metas.
Todas estas mujeres tienen historias contundentes que representan las historias de muchas otras con discapacidad intelectual que han conseguido a través del deporte crear cambios personales y en sus entornos. Cada una desde el lugar que le tocó y la sociedad de su época le permitió, son una fuente de inspiración para continuar generando la transformación que esta sociedad necesita.
Hoy les invito a sumarse al movimiento de Olimpiadas Especiales, para que juntos y juntas trabajemos para empoderar a más niñas, adolescentes y mujeres con discapacidad intelectual, para que logremos vencer junto a ellas la injusticia impuesta por una doble discriminación, consigamos generar mayor equidad y hacer que más de ellas pasen de la Banca a la Cancha.
Carolina Picasso
Presidenta Olimpiadas Especiales Chile