Por: Karina González
Las condiciones actuales de la pandemia han permitido que las medidas sanitarias sean más flexibles para celebrar las fiestas patrias, sin olvidarnos de la responsabilidad individual y la conciencia colectiva.
Celebrar la chilenidad también significa festejar la diversidad que nos define como sociedad, con sus distintos colores, orígenes, creencias, condiciones y capacidades.
Durante el año pasado se sintió en nuestro país la tristeza por la imposibilidad de celebrar esta fecha tan icónica. No podíamos salir ni reunirnos porque las medidas sanitarias no lo permitían.
Sin embargo, el aislamiento no fue algo nuevo para todo el mundo. Muchas personas con discapacidad intelectual han vivido siempre aisladas, incluso antes de la pandemia.
Gracias a las condiciones de vacunación y a la reducción en el número de contagios, este año podemos reencontrarnos y compartir un poco más. Esta reapertura debe incluir a las personas con discapacidad intelectual, en todos los sentidos.
Tanto las celebraciones y los juegos típicos, como los servicios de salud y los empleos dignos, tienen que estar al alcance de todas las personas, con o sin discapacidad intelectual.
¡Festejemos nuestra cultura y sigamos en movimiento por un Chile más inclusivo!
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